Los seguros suplementarios ofrecen una cantidad fija de beneficio económico ante situaciones médicas específicas, como hospitalizaciones, accidentes, enfermedades graves o incluso cáncer. Funcionan como un respaldo adicional que complementa tu seguro médico, ayudándote a cubrir deducibles, copagos y gastos fuera de bolsillo que surgen durante una emergencia.

Una de sus grandes ventajas es que tienen un costo accesible y permiten incluir a más miembros de la familia. Son ideales para aliviar la carga financiera en momentos críticos, sin comprometer tu presupuesto mensual.

Ciertamente un seguro de salud cubrirá los gastos médicos, pero ¿cómo proteges tus finanzas personales y familiares durante ese tiempo? Ahí es donde el seguro suplementario se convierte en tu mejor aliado.

No necesitas tener un seguro médico activo para contratar una póliza suplementaria. Puedes adquirirla de forma independiente o como complemento. Además, es posible tener más de un seguro suplementario al mismo tiempo.

Estas pólizas te ofrecen cobertura económica directa si no puedes trabajar o si tus gastos superan lo cubierto por el seguro regular. Son rápidas de contratar, muchas veces sin exámenes médicos previos, y comienzan a funcionar desde el momento en que ocurre el evento cubierto.