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 El seguro de salud es una herramienta esencial que te brinda respaldo en todo momento: desde chequeos anuales y atención preventiva, hasta enfermedades imprevistas o accidentes. Mediante el pago de una prima mensual, tú y tu familia pueden acceder a cobertura para gastos médicos, hospitalarios, farmacéuticos y clínicos.

Los imprevistos no se anuncian. Contar con una cobertura de salud oportuna puede marcar la diferencia entre cuidar tu bienestar o enfrentar una deuda que comprometa tu estabilidad financiera.

Cuando acudes a un proveedor de atención médica, normalmente deberás pagar un copago (una pequeña parte del costo de la consulta o servicio). Luego, el proveedor envía la factura a tu compañía aseguradora, que revisa los servicios y paga directamente los montos acordados según tu plan de salud.

El seguro se hace cargo del mayor porcentaje, y tú pagas solo lo que te corresponde según tu póliza. Así, puedes enfocarte en tu recuperación sin preocuparte por los altos costos médicos.